jueves, 1 de noviembre de 2012

Vástago


Sentía que caía, así como alguna vez un antepasado habría caído del árbol en el que dormía para terminar siendo devorado por algún carnívoro de gran tamaño, pesado como el plomo y ligero como la pluma atrapado en mitad del aire para que en menos de un segundo se encontrara donde mismo, justo donde recordaba estar, cobijado por aquellas sabanas tan ajustadas y empapado por aquel sudor frío característicos de estas últimas noches.

Una hoja de papel se posaba delicadamente sobre su suelo alfombrado, como arrojada desde algún lugar, dejada por alguien como un mensaje o una advertencia, el temor saturaba el ambiente, ya era la tercera ésta semana que aparecía de la nada, sentía como si alguien las dejara ahí, con algún propósito pero ¿Quién? Si no había nadie más en la casa, nadie más que él en su siempre solitaria cabaña en medio de la nada. Se levantó despacio, sudoroso y temblando, tomó la hoja mientras una presión se asentaba en su pecho, dificultándole la respiración.

De tu cuerda penden mis poemas
sosteniendo frágilmente tu vida
Palabras que sobrevuelan una silla
desmallada e impotente bajo una viga”

Leía lentamente cada palabra, al son de sus latidos inquietos, al ritmo discordante de sus espasmos “Aun es de noche” pensaba inquieto intentando figurar quien podría haber escrito aquellos tres poemas que decoraban lúgubremente su escritorio, quien se habría escabullido durante tres noches seguidas sin hacer el mas mínimo ruido, sin forzar cerraduras, sin romper alguna ventana, Se sentía observado y perseguido, se sentía sólo  como una cebra apartada de la manada a punto de ser devorada por algo, se desplomó sobre la cama en un mar de llantos recordando aquella primera advertencia de hacia ya dos noches.

martes, 10 de abril de 2012

Fauces



Redención… era lo único que te podía ofrecer, no un abrazo, no una caricia, paz eterna solamente… no hay ofrenda más miserable que esa, después de haber vivido lo que tu viviste, después de haber sufrido lo que tu sufriste; no puedo entregarte palabras más cálidas que este inerte cubo de hielo, no puedo entregarte una sonrisa menos falsa que la que se dibuja en ese rostro pulcro y melancólico… no he de mirar al cielo nunca más en busca de una solución fugaz escondida entre las rectas invisibles que forman un carnero imaginario… un cántaro de agua… un felino de gran tamaño…. Una gran hazaña en toda esta oscuridad… efímera, pero absoluta, preciosa pero intimidante.

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Una canción de libertad susurrada al oído… nuestro oído dentro de esta inmensurable cueva, libre de toda luz, libre de los mil días de castigo en honor a tu nombre ya perdido… un digno homenaje a tu resignación, una dichosa mirada a la negación, la soberbia de un ser que ya ha vivido… Sólo te ofrezco redención… no lo niego, también he vivido, he sido devorado por las fauces materializadas de mi imaginación indolente y sin dudar me he asesinado un par de veces, he fallado al resucitar, he fallado al materializar lo que el espíritu me permite ser, he sido otro ser completamente diferente… no lo niego he vivido, no tu vida ni mi vida, una canción susurrada sobre el pantanal donde estamos hoy parados, una melodía viscosa y foto-fóbica en la que estamos hoy enjaulados.

domingo, 18 de marzo de 2012

Shock and awe


Silbaban las balizas en la calle, con su sonido chirriante y sus luces multicolores difuminando el cielo en una discordante combinación de rojo y azul. Lo recuerdo como si fuese ayer, su cara desquiciada y el cañón de su .45 mirando directamente a su médula oblonga. Su mirada ya muerta, perdida en el más recóndito rincón de su mente… me era imposible quitar mi mirada de sus ojos ya perdidos, sin fe ni esperanza, sumergidos en profunda convicción, susurraba el derecho un “adiós para siempre” y el izquierdo un “váyanse a la mierda”, ambos ojos perdidos y desorbitados, que aun así, daban mas información  que los balbuceos erráticos que salían de su boca obstruida por el cañón del arma. “Fui a ver a dios, le dejé una nota y desde entonces no he sabido nada de él” exclamó antes de sacarse la sotana y encañonarse sobre aquella vieja estatua en medio de la plaza. Evidentemente no quería que nadie se acerque, era difícil, la multitud iracunda corría erráticamente en direcciones contrarias, al parecer él no era el único siervo renunciando a su dogma… yo no corría, el morbo me superaba y me mantenía ahí, inmóvil como una estatua mirando el espectáculo perfecto, sin policías cerca para detenerlo. Dios a veces nos juega malas pasadas, y después de siglos, hoy se animaba a mostrarnos su opera prima y yo estaba ahí en primera fila sin la más mínima intención de poner pausa.

domingo, 11 de marzo de 2012

A aquel que no despierta

Los cálidos rayos de sol azotando su cuerpo eran el indicio de que un nuevo amanecer había llegado, pero el silencio al intentar abrir su boca y la oscuridad al querer abrir sus ojos le susurraron al oído que aquel día amaneció para todos, menos para él.


domingo, 26 de febrero de 2012

Entre absolutos desconocidos


Sinergia
Alimentarse el uno del otro
Así como yo te devoro
Así como tú me consumes
Nos fagocitamos mutuamente
Somos uno
Somos tres
y ya no sobramos
Faltamos

domingo, 19 de febrero de 2012

En tierra de mascaras




Evitaba el contacto visual, en un mundo donde los ojos eran lo único visible, en un mundo de días nublados y noches sin luna, simplemente miraba a mis pies y su constante anhelo de adelantarse el uno al otro, de vez en cuando alzaba la vista… sólo mascaras blancas y palabras vacías, saludos con tono de despedida, abrazos a mano armada, sombras que me miraban de reojo durante aquellas solitarias caminatas nocturnas, el olor de la confianza pudriéndose a cielo abierto, aquel hedor impregnando el ambiente me llenaba la cabeza de ideas en tan sólo unos minutos de caminata.


Un hola silbaba con el viento, un hola malparido por una sonrisa abortada, felicidad cimentada sobre lagrimales, roca solida e irrompible construida sobre un mar de malos recuerdos, pilares titánicos destinados a perderse en el fondo marino junto con aquel hola tan feliz que se hunde con la embarcación mientras un capitán enmascarado mira desde la orilla como aquellas hermosas palabras, aquella hermosa roca pasa a ser sólo un recuerdo más en medio de aquel indolente mar de versos. Estábamos frente a frente, en islotes vecinos, intercambiando palabras destinadas a naufragar en aquel cismático mar de lágrimas, destinadas a ser silencio nuevamente, silencio sepulcral gritando por auxilio desde aquel gélido fondo marino.

viernes, 13 de enero de 2012

Alea Iacta Est


Suelo mirar al cielo y preguntarme ¿Hacia dónde carajo vamos? Y la pregunta se vuelve tan distante como su respuesta, no sé si en realidad vamos, quizás sólo estamos parados esperando a que algo venga…  y así mi respuesta es un poco más clara, no sé si vayamos a llegar a algún lado, sólo sé que algo viene, no sé lo que es, sólo sé que lo que sea que venga, se acerca a paso agigantado, no sé en qué nos convertiremos mañana, no sé si me levantare transformado en un energúmeno, en un miembro anónimo de alguna turba enardecida, no sé siquiera si amaneceré vivo mañana, o el día después. Aunque no sea capaz de verlo en el horizonte, ni distinguir su figura con claridad, siento el temblor de sus pasos violentando el suelo, con la furia de  uno de esos colosos de antaño que devoraban a pueblos y grandes urbes, a hombres pequeños y hombres grandes, a ricos y pobres por igual.

lunes, 9 de enero de 2012

Amén


Son pocos los que se atreven a pasar por esa puerta sabiendo lo que tú sabes, cruzarla con la cabeza en alto y con tu mirada sombría mirando fijamente ante mis nublados, dubitativos y omnipresentes ojos, debo admitir que me produce cierta intriga, un poco de miedo tal vez ¿Qué más quieres? Si llevo una larga eternidad siendo presa de aquellos gritos de auxilio lanzados al cielo por aquellas almas desesperadas, perdidas, sobreviviendo en un abismo al que yo no los confiné, aquellos que me otorgan un nombre nuevo cada día y confían ciegamente en mi al no poder confiar en sí mismos ¿Qué más puedo hacer? Si tú sombra erguida frente a mí me dirige esa mirada implacable, trayéndome aquella respuesta que jamás fui capaz de conseguir, aquella duda que devoró cada gramo de mi alma hasta hacerme dudar de la naturaleza de mi ser ¿Por qué? ¿Por qué han sido tan crueles conmigo? Me sentía tan completo siendo un pedazo más de nada flotando en aquel cómodo y cálido vacío, siendo un simple esclavo de la libertad que me rodeaba, de las responsabilidades lejanas, con la única obligación de ser y seguir siendo nada por unas pocas eternidades mas.

miércoles, 4 de enero de 2012

Luciérnagas


Un pie delante del otro, la mirada al frente, la mente atrás, recordando, trabajando, imaginando, todo lo que no es, todo lo que no pudo ser, todo aquello que no quise y todo aquello que probablemente tendré, aunque sea solo dentro de mi mente un tanto inquieta, un tanto pasiva, un tanto confusa dentro de lo que hay en un día nublado, de esos en los que está demasiado nublado para llover, pero no para que el viento saque a pasear su roñosa cabeza por estas inhóspitas y silenciosas calles, donde todo pasa, donde todo pasa sin que nadie se dé cuenta, donde mil historias se juntan sin tener puta idea, donde pasan aquellos que viajan sin rumbo fijo, aquellos que no dejan más que una invisible huella sobre el concreto helado, sobre los charcos semi congelados que transforman un poco el paisaje, aunque sea sólo en mi mente.

Una figura, una sombra, una silueta, dibujada al frente de mi frente, al lado de nada, sólo abajo del cielo, que a todos nos mira, que a todos observa sin que a nadie le moleste, sin importar que nos moje con sus llantos aunque no sean llantos, sean solo orines, una silueta libre de la lumbre que tuvo en sus

martes, 3 de enero de 2012

Fin


Estatua oxidada, errante y amante de una mente retorcida, fiel musa de recuerdos tormentosos y sombríos. Abríamos nuestros pasos en medio del cementerio de los gigantes, de piedra, de hierro, de mármol, gigantes derretidos, gigantes derrumbados, ya no tan gigantes, ya no tan imponentes, sino pequeños e impotentes como una sombra bajo el cenit… escupiré en tu tumba, en tus aposentos, arañare tus huesos. Me quitare las marcas, mis cicatrices, tus recuerdos, aullare en silencio bajo el fulgor eterno de una luna sin noche, marcare mi terreno, limpiare mi sepulcro, terminare tu destierro… mirare mis manos, mirare tus ojos, mirare el cielo y al no ver nada me quedare en silencio.