domingo, 25 de diciembre de 2011

Mártir


No reces por mí, no es necesario, no te arrodilles bajo el sol del amanecer, ni levantes una oración en mi nombre, no es necesario, no la oiré, estoy sordo, estoy lejos, no estoy, no estoy más que en tu mente que no quiere dejarme ir, que no quiere comprender que no me tiene y jamás me tendrá nuevamente, no me mires, no serás capaz de verme, no gastes tu mirada en algo tan banal, tan efímero como un patético y moribundo espejismo azotado y maltratado por los látigos de la memoria, aquella memoria traicionera que todo olvida, todos menos errores y menos aun los fracasos, no veas como aquella memoria me martiriza, me convierte en un monstruo mas de esos que habitan bajo tu cama, bajo tu almohada, en tu armario, en todas partes, que te persiguen, que te acechan en la soledad de tu lecho, no les dejes entrar en tu vida, no les permitas convertirte en aquello que soy ahora.

No te azotes en mi nombre, no me veas en ningún espejo, no soy yo, no es más que un vil reflejo, no me mires, sigo insistiendo, no estoy aquí aunque tus ojos te griten lo contrario, no estoy, nunca he estado, y nunca estaré aquí. No derrames una sola lágrima, no desgastes tu alma cansada, no me inventes ni me imagines a través de aquellos ojos desenfocados y desbordantes de pena y angustia, no es lo que mereces, no es lo que valgo.


viernes, 23 de diciembre de 2011

A esos hombres embalsamados

/Primer capitulo, o relato, o whatever, de "POSTal Apocalipsis" que aun no sé que carajo es pero me gusta como suena... en fin... enjoy : ) \
El olor a gas le despejaba la mente y la luz casi intermitente de la lámpara le recordaba levemente el olor a verano y el calor del sol, otrora tan comunes, ahora tan distantes; la luz se posaba sobre una breve reseña escrita con tinta sobre el papel y el inconfundible hedor de la sangre y la masacre, apenas camuflados por uno que otro elogio.

“El último Kaweskar, SIN NOMBRE: 1929-2008, Ultimo representante de una estirpe de grandes hombres y mujeres, cincelados por el frio y el viento de la Patagonia. Q.E.P.D”

Detrás del texto se alzaba impotente e imponente a la vez, un trofeo más del nuevo orden. Tez morena, ojos verdes, semidesnudo, bañado en  resina y ojos tan vacios como sólo un cuerpo despojado de su alma y su orgullo pueden lograr. Aun le era difícil comprender las palabras, Tanto tiempo en la penumbra y el cobijo de aquel lúgubre edificio despojaban de cordura y capacidad de razonamiento a cualquiera, aun así sabía que era lo que seguía a lo largo del pasillo, el “kaweskar” como lo llamaban los visitantes antes de que el museo cerrase para siempre sus puertas, se encontraba acompañado de más como él, a uno le llamaban el “mapuche” a otro “El yagan” .Todos ellos los últimos de su pueblo, todos ellos sometidos al mismo genocidio a manos de las mismas manos, todos ellos exhibidos en sus altares personales, haciendo caso omiso a la masacre a la que fueron sometidos una vez acabada la guerra.



jueves, 15 de diciembre de 2011

Anacrónica Bienvenida

...Y no me parece para nada raro que la segunda entrada del blog, recién sea la dedicada a una bienvenida, siendo que aquella que se ganó el galardón y el privilegio de transformarse en el génesis de mi blog, es el primer texto que escribí desde que comencé a ver la escritura como algo un poco más serio, basta con mirar la fecha de la primera entrada (creo que a mediados de abril de 2011). Desde entonces tuve botada la pagina, esperando un poco más de tiempo libre y motivación para publicar.... digamos que ahora tengo tiempo libre, y si esto resulta, seguiré publicando mediante éste medio.

Algunos textos a ser publicados, llevan escritos bastante tiempo. Probablemente, los más cercanos a mí ya los habrán leído en mis notas de facebook, lo importante es publicar algo y ver como avanza esto al usar una plataforma como blogspot

viernes, 15 de abril de 2011

Embestida


…Y tu figura se dibujaba estoica, un poco fría, mirando fijamente a un lugar sin horizonte, sin direcciones, donde todo era caída… Silencio… Guardabas la calma ante la brisa… El viento… La tempestad que acariciaba brutalmente tu rostro, mientras el mundo arremetía furiosamente hacia aquella calma que asolaba tu alma fría, libre de maldad, libre de pecado, libre de libertad. Observabas como todo crecía, como si intentara atraparte, devorarte, aquella vasta vegetación que se blandía en tu contra con malicia, y aun así, conservabas la calma, sin miedo a ser lastimado, o al menos eso aparentabas… Y como si nada… ¡Impacto!… tan feroz, tan cálido, tan oscuro, convirtiendo aquel segundo interminable en algo infinitamente diminuto, suficiente para que veas en cámara lenta, como el fuego reduce todo a escombros, los escombros a cenizas… Y así el trabajo ya está hecho… Tu ciudad no es más que cenizas, esfinges vestigiales, colosos de hierro ahora derretido ¿Qué hay aquí? ¿Quién se lo ha llevado?